Si bien es cierto la pandemia nos ha dejado, tanto enseñanzas, como también mucho estrés.

En nuestro país siempre hemos manejado un nivel de estrés alto, como ir a dejar a los niños a la escuela, el trafico camino al trabajo, las actividades del trabajo, la familia, la casa, etc., de repente sin aviso previo nos dicen que estamos en pandemia y que debemos estar en cuarentena y ahí estamos encerrados como algún día queríamos estar, sin salir al tráfico felices y relajados, afirmo que todos nos hemos preguntado si en verdad ¿es “RELAJADO”? puedo decir que no lo es, ya que las tareas de la casa se sumaron a consecuencia de estar en casa encerrados,  y  tal vez si los primeros días fueron lindos, claro, estar en casa, trabajar desde casa, estar en familia, ver a los niños, y lo mejor ahorrar el tiempo que te hacías en el tráfico, si pero esa rutina también se volvió estrés.

Y claro pues el atender la casa junto con el trabajo es tarea titánica, y más si no hay una coordinación en la familia, ahí estamos, viendo a los niños tomando clase, haciendo el desayuno, atendiendo las juntas virtuales de trabajo, te piden asuntos de trabajo, la maestra pide las tareas, los niños gritan, el internet falla, el jefe exige, y tú te estresas, ahora dime ¿dónde quedó el relajamiento?, y para terminar todos el día y noche encerrados y eso nos estresa aún más.

Bueno pues por ello se dice que realmente aumento el nivel de estrés con la pandemia.

Se hizo una investigación y como resultado fueron los siguientes porcentajes:

• 55 % aumento de estrés
• 44 % un estrés controlado
• 1% se relaja, controla su estrés y ofrece una mejor productividad

Aunque esperamos que el 1% no entre en el porcentaje que aplique a procrastinación, ya que este tema es muy concurrido por los empleados, el inclinarse por solucionar los problemas de menor relevancia y seguir dejando los pendientes con mayor importancia, aunado a ello corre el riesgo el trabajador, como consecuencia por el estrés haya una improductividad, y con ello una recisión de contrato.

Si, el patrón tiene la opción de que, si el subordinado, no cumple con sus tareas, se le puede rescindir el contrato esto es bajo el hecho de juntar pruebas que confirmen la falta, y se le hace el aviso a el subordinado, en caso de que no la acepte, el patrón puede llevar el asunto a conciliación y arbitraje.

CONCLUSIÓN:

El trabajar en casa no es un regalo tampoco un bono, actualmente es un modo de trabajar, y el patrón debe saber que no hay excepciones ya que es por un fin, y el fin aplica en todos los subordinados, el cual es la pandemia.

El empleado deberá hacer su mejor labor para que su estrés no lo lleve a la procrastinación, pero tu como subordinado debes de pedir todas la herramientas necesarias, se sugiere que aun estando a distancia, existan capacitaciones, cursos, terapias psicológicas, ejercicio de relajamiento y todo ello ayudara para que el desempeño de los colaboradores se favorable, dando así un mejor desempeño.  

GRACIELA CASTILLO